domingo, 14 de marzo de 2021

DOS GATOS MEJOR QUE UNO Y CÓMO PRESENTARLOS


Una vez llegas al fantástico mundo de los gatos siberianos y descubres su asombrosa personalidad y la espectacularidad de su físico, sobre todo si ya tienes uno, llega la pregunta: ¿adoptamos un segundo gato? ¿Qué es mejor?

Se trata de una decisión muy personal, ya que se deben tener en cuenta muchos factores, entre ellos los económicos. Así que vamos a daros algunos consejos para ayudaros a tomar la decisión y trucos para que el desembolso económico no deje vuestras cuentas tiritando:

-          Dos gatos mejor desde el principio. Y es que cuanto mayor sea el primer gato, más le costará habituarse a la presencia de un nuevo minino. Tened en cuenta que son animales territoriales, así que si estáis decididos a ampliar la familia gatuna hacedlo mientras vuestro primer gato sea joven. Esto es, durante su primer año de vida especialmente y hasta los 2 que suelen crecer. No obstante, si amplias la familia después puedes seguir los consejos que indicamos al final de esta entrada sobre cómo presentar dos gatos. 

-          Comprueba tus recursos. Si bien el espacio no es algo tan determinante por la fantástica capacidad de adaptación de los siberianos, deben tener el doble de todo: un comedero más, un arenero más al principio, doble de juguetes, etc. Mientras tengan elementos de enriquecimiento felino, el tamaño de tu casa o piso no será un problema.

-          ¿Mejor si son hermanos? Aquí hay diferentes puntos de vista. Por un lado, es mejor que sean hermanos ya que vendrán al hogar juntos y se adaptarán juntos sin problemas, ni situaciones de estrés. Por otro lado, hay algunos casos en los que el vínculo con la familia humana podría tardar más en establecerse, ya que los gatos pasarán más tiempo juntos si son hermanos durante los primeros días. No es algo que suceda siempre, pero podría ocurrir. Siempre que el nuevo gatito llegue mientras el primero aún sea cachorro la adaptación será rápida y buena, así que puedes considerar ambas opciones, ya que son igual de válidas.

-          Más ventajas: los dos gatos se sentirán más acompañados y menos aburridos, especialmente cuando no estés en casa; se mantienen más en forma jugando juntos y no adoptan conductas sedentarias; se acicalarán el uno al otro limpiando zonas como las orejas, de más difícil acceso para sus humanos; canalizarán juntos su instinto cazador y la relación con la familia será más calmada.

-          Si, pero… ¿y el dinero? Es cierto que tendrás el doble de gastos a la hora de adquirir el gato, vacunar, esterilizar, etc Sin embargo, es cierto también que podrás comprar tamaños más grandes de pienso, comida húmeda y arena, con lo que ahorrarás con respecto a tener un solo gato, ya que el precio por kilo te saldrá más barato. La mayoría de piensos tienen ya tamaños por encima de los 7kg que ayudan al ahorro. Igual con la comida húmeda, al existir marcas que elaboran tamaños de lata de 200, 400 y 800 gramos. No olvides ver nuestra guía de alimentación para más información.

-          Ya, pero… ¿y el tiempo? Un segundo gatito solo consumirá mayor tiempo mientras realizas la correcta presentación entre ellos, después no te llevará mucho más. El truco fundamental es establecer horarios para hacer las cosas con los dos gatos a la vez: juego, cepillado, alimentación…

 

¿CÓMO HACER UNA CORRECTA PRESENTACIÓN?

Si bien cada gato es un mundo y tenemos experiencias de todo tipo, os dejamos una serie de pasos fundamentales para evitar conflictos:



PASO 1. Se prepara una habitación donde va a estar encerrado el gato nuevo antes de su llegada, de forma que al menos un día antes de su llegada el gato de la casa se haya acostumbrado a que esa habitación está cerrada y él no puede entrar. Conectaremos un difusor de feromonas sintéticas, como Feliway, 48 horas antes de la llegada del nuevo gato en su habitación. También es recomendable conectar un Feliway Friends, con feromonas de apaciguamiento felino, en otra parte de la casa.

El gato nuevo llega en transportín, no se encierra al gato de la casa, pero se pasa deprisa con el transportín en alto de forma que el gato de la casa ve que entra a la habitación algo pero no sabe bien qué y, sobre todo importante que no haya contacto visual entre ellos. La habitación tiene preparadas todas las cosas: agua, comida, rascador, cama y arenero para que no haya trajín de entradas y salidas. Se está un rato con el nuevo gato en la habitación calmándole nada más abrirle el transportín, pero luego se sale y se le deja solo unas horas, mientras el dueño hace una vida absolutamente normal. No se recomiendan visitas al hogar mientras dure este proceso.

El gato nuevo permanece en la habitación encerrado, durante este tiempo el cuidador debe pasar ratos con él dentro, jugando, calmándole, dándole cariño y confianza.

El gato de la casa permanece en el resto de la casa. Se intenta que todo sea muy normal, que el gato de la casa no vea modificadas sus costumbres ni note extraño a su humano. En cuanto se de cuenta de que hay otro gato dentro (que será muy pronto, según lo listo y curioso que sea y el ruido que haga el que está encerrado), se acercará a oler la ranura de la puerta. Se le deja hacer pero muy pendiente de que no bufe, si se ve que va a bufar se le retira, sin regañar pero tampoco sin recompensar ese comportamiento.

PASO 2. Al día siguiente de la llegada del nuevo gato se empieza con el intercambio de olores. Esta fase durará 2-3 días: Se intercambia las camas, las mantas, y el «truco del trapo». El intercambio es diario, o sea, por la mañana poner al gato nuevo la cama o manta del gato de la casa y al revés, y por la tarde vuelve a devolver la cama a cada uno de los dueños originales.

El «truco del trapo» es sencillo, con un trapo, toalla o paño limpio frotamos al animal residente sobre toda la parte de la cara, orejas y cuello, con otro trapo frotamos al nuevo inquilino. Después dejamos el paño de cada gato en el emplazamiento del otro gato permitiéndole que lo huelan tranquilos y poniéndoles algún rico premio de comida encima.

Posteriormente, frotamos a cada animal con el trapo del otro animal, con ello conseguimos intercambiar olores y permitimos que el olor del otro animal se considere «como propio».

Al tercer día sumaremos, al intercambio de olores descrito, el intercambio de los areneros con todo «su contenido». Por otra parte, es importante que el humano hable, juegue y haga mimos a ambos en alto, que ambos sepan que al otro lado de la puerta hay buen talante. También hay que darles premios de comida muy cerca de la puerta que los separa. Os recomendamos también poner un trapo con el olor del otro gato debajo de los comederos correspondientes.

PASO 3. Se inicia una fase de unos 1-2 días de duración en la que se permite al nuevo gato que conozca la vivienda, sin la presencia del gato residente, con el «intercambio de habitaciones». Esta fase es fundamental hacerla muy bien:

a) Se cierra al gato de la casa en una habitación.

b) Inmediatamente se abre al gato nuevo y se le permite salir libremente, sin forzarle, y con tranquilidad se le dirige mediante juego o con comida a otra habitación nueva y se le cierra.

c) Se vuelve a por el gato de la casa y se le abre la habitación donde está encerrado sin cogerle en brazos ni brusquedades y se abre la puerta donde ha permanecido el gato nuevo los días anteriores, de manera que entrará con mucha curiosidad pero por su propio pie, no forzado. Cuando entre se está con él allí un ratito hablándole con mimo, y dándole premios. Se sale con disimulo cerrando la puerta.

d) Se va donde está el gato nuevo y se le abre la puerta. Se le deja estar un rato por la casa, oliendo y conociendo, con mucho mimo y dándole premios

e) Se devuelve a cada uno a su sitio (gato nuevo a su habitación original y el gato de la casa al resto de la vivienda), pero con el mismo cuidado de encerrar a uno y a otro para que no haya peligro de que no se vean.

Esto se hace varias veces al día. Al principio por poquitos ratos para ir alargando poco a poco (todo lo que aguante el gato de la casa encerrado mientras el gato nuevo anda suelto, sin enfadarse ni maullar en exceso).

PASO 4. Fase de Presentaciones. Lo ideal es que haya dos personas ambas conocidas por los dos gatos pues deben tenerles mucha confianza. Si en el hogar sólo hay una persona se hará desde fuera de la habitación (con el gato residente).

Entra una de las personas en la habitación con el gato nuevo, está un rato con él, y cuando le note mimoso y tranquilo entonces avisa a la persona que está fuera para que abra una rendija la puerta mientras está con el gato nuevo, lo ideal es que esté frente a la puerta, se ve el interior pero no se entra. Se juega con ellos con un cordón y se les da premios y palabras dulces si están tranquilos.

Si se es una sola persona se abrirá la puerta estando fuera de la habitación con el gato residente. Se abre una pequeña rendija, nunca de par en par. Se juega con un cordón con el que está fuera para que el de dentro lo vea, y si más que el juego le puede la comida entonces premios.

Esta visualización será en todo caso muy breve, todo rápido pero muy tranquilo y suave, que no de tiempo a que ninguno se ponga nervioso.

Si los gatos son de los comilones y se lleva una pauta horaria de comidas, también funciona muy bien que las primeras presentaciones coincidan con las horas de comida, de forma que se abre la puerta y se ofrece al instante la ración de comida a cada uno de ellos en extremos opuestos. Los gatos estarán pendientes el uno del otro, pero muy ocupados también en sus comederos y además con esto conseguimos que relacionen la presencia del otro con la hora de la comida. Otra opción es realizar la presentación con el gato nuevo metido en el transportín para que el gato residente entre, huela y asocie olores en encuentros breves.

Esto se repite varias veces, todas las que se pueda al día, cada vez por un margen de tiempo mayor. Si se percibe que alguno se pone muy nervioso, que empieza a arquear el lomo por ejemplo, se corta, pues después del arqueo puede venir el bufido y que el otro se percate de la actitud negativa. Gruñidos y algún bufido son normales, pero hay que estar muy pendientes de que nunca vayan a más.

Solo cuando estos breves encuentros vayan bien, se pasa a la fase 5.

PASO FINAL. Durante toda esta fase se mantiene a la vez las anteriores: intercambio de olores y de habitaciones. Se abre al gato nuevo y le deja que salga o que el otro entre. La persona se mantiene siempre cerca, pero con naturalidad, jugando con un cordón o plumero. Los primeros días no deben quedarse solos en casa juntos nunca, siempre con nuestra presencia. Es normal que el gato residente acose, persiga y tenga un comportamiento obsesivo con el nuevo gato, que tenderá a huir y esconderse al comienzo, para desembocar en juego más adelante. No preocuparse por la presencia de gruñidos y bufidos esporádicos, poco a poco desaparecerán.

No forzar situaciones. Lo importante es que mantengan una buena convivencia, no tienen por qué estarse acicalando y mimando todo el día si ellos no lo sienten así.

Para la elaboración de la presentación entre gatos hemos utilizado, reproducido y/o adaptado información encontrada en https://sosfelinos.org/

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